Esta es la historia de una pequeña niña llamada Mayra, que desde muy pequeña soñaba con llegar al espacio. Desde que era pequeña, Mayra pasaba horas mirando el cielo nocturno, soñando con volar entre las estrellas y conquistar el misterioso espacio exterior.

Mayra no sólo tenía una gran imaginación, sino que también tenía un gran valor. Cuando sus amigos se asustaban de la oscuridad, ella se aventuraba y se adentraba en aquel bosque misterioso. Era la única que se atrevía a explorar la cueva más profunda y a visitar el lugar más aterrador.

Llegó un día en que Mayra decidió cumplir su sueño. Se levantó temprano y se puso su mejor traje de astronauta. Se colocó una gran bolsa a la espalda (donde había llevado todo lo necesario para un viaje al espacio) y se fue a la Terminal de Cohetes.

Una vez allí, Mayra se topó con una larga fila de gente que esperaba ser transportada al espacio. Miró a su alrededor, y todos los demás pasajeros parecían tener más edad que ella.

Sin embargo, Mayra tenía una gran determinación, y no le importó que los demás la vieran como una niña pequeña. Se acercó a la cola y esperó su turno pacientemente.

Cuando llegó su turno, Mayra subió al cohete con gran confianza. Estaba emocionada de ser la primera niña en viajar al espacio. Miró por la ventana del cohete y vio la Tierra desde muy arriba, y se sintió como si estuviera en el cielo.

Durante el viaje, Mayra se dio cuenta de que el espacio era mucho más grande y misterioso de lo que había imaginado. Había infinitas estrellas y planetas, y se sentía como si estuviera en un cuento de hadas.

Mientras flotaba en el espacio, Mayra se dio cuenta de que el viaje había valido la pena. Ella había hecho algo que nadie más había hecho antes, y se sentía orgullosa.

Después de unos días en el espacio, Mayra regresó a la Tierra. Cuando llegó a casa, se sentía cansada y decidió acostarse temprano.

Mientras se acostaba, Mayra recordó los momentos mágicos que había vivido en el espacio. Recordó todos los planetas y estrellas que había visto, y se sintió orgullosa de haber cumplido su sueño.

Desde entonces, Mayra se ha convertido en una gran inspiración para todas las personas que tienen un sueño. Ella les enseña que, con esfuerzo y determinación, todos los sueños se pueden cumplir, incluso los más imposibles.

Y es así como, gracias a la valentía de Mayra, esta historia infantil termina con un cuento para dormir de una niña que soñaba con volar entre las estrellas y conquistar el misterioso espacio exterior.

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