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Había una vez una granja que era el hogar de los animales más divertidos. Había una gallina, un conejo, una vaca, una cabra, una oveja, un cerdo, un pato y una liebre. Estos animales pasaron la mayor parte de su tiempo en la granja, jugando, comiendo, durmiendo y divirtiéndose.
Un día, la gallina salió a pasear por la granja. Mientras caminaba por los campos, vio a una liebre que corría de un lado a otro. La gallina se acercó y le preguntó a la liebre:
-¿Qué estás haciendo?
-Estoy buscando algo -respondió la liebre.
-¿Qué estás buscando? -preguntó la gallina.
-Estoy buscando una historia para contar a mis amigos -dijo la liebre.
La gallina se sintió emocionada al escuchar esto y le dijo:
-¡Tengo una historia que contarte!
La liebre se sentó y la gallina comenzó a contar la historia. La historia trataba de una granja donde vivían los animales más divertidos. La gallina les explicó a los demás animales que cada uno de ellos tenía algo especial que ofrecer.
-Yo puedo ofrecer mi coraje -dijo la gallina.
-Yo puedo ofrecer mi habilidad para saltar -dijo la liebre.
-Yo puedo ofrecer mi fuerza -dijo la vaca.
-Yo puedo ofrecer mi inteligencia -dijo la cabra.
-Yo puedo ofrecer mi suavidad -dijo la oveja.
-Yo puedo ofrecer mi destreza para nadar -dijo el pato.
-Yo puedo ofrecer mi habilidad para cavar -dijo el cerdo.
Los animales se miraron unos a otros y se dieron cuenta de que juntos podían hacer grandes cosas. Entonces, decidieron unirse para ayudarse unos a otros.
Los animales trabajaron juntos para hacer la granja mejor. El cerdo cavó agujeros para que la gallina pudiera construir su nido, la cabra recogía leña para hacer fuego, la vaca fertilizaba la tierra para que la liebre pudiera tener más hierba para comer, la oveja cortaba hierba para alimentar a todos, el pato buscaba alimento en el estanque, y la liebre corría por todas partes para vigilar y cuidar a los demás.
Los animales se ayudaban unos a otros para hacer la granja más hermosa. Y, como vivían juntos, se convirtieron en amigos.
Un día, los animales se reunieron para contar historias. La gallina comenzó contando una historia de una granja donde vivían los animales más divertidos, y cada uno de ellos tenía algo especial que ofrecer. Los demás animales escucharon con atención y se sintieron orgullosos de lo que habían logrado juntos.
Cuando la historia terminó, los animales se quedaron callados. La liebre se puso de pie y dijo:
-Esa es la mejor historia que he escuchado. Y, como todos somos parte de esta granja, somos los protagonistas de esta historia.
Los animales se dieron cuenta de que, juntos, eran capaces de hacer cosas increíbles. Y desde ese día, se prometieron que siempre se ayudarían unos a otros.
Esta historia es un cuentacuentos infantil que nos enseña a los niños que, si trabajamos juntos, podemos lograr muchas cosas. Y nos invita a ser amigables y solidarios con los demás, porque juntos podemos hacer un mundo mejor.