Roger sentía que algo le había llamado la atención, en la pequeña tienda de zapatos del barrio. Las zapatillas eran muy peculiares: eran blancas, con luces intermitentes y tenían una apariencia muy futurista. Se encontraban en una esquina, como si estuvieran esperando a alguien. Roger, que siempre tenía curiosidad por los objetos misteriosos, se acercó a ellas y las tocó con cuidado.
De repente, las zapatillas comenzaron a brillar y una voz salió de ellas. «¡Te estoy esperando, Roger!» Las zapatillas le hablaron con tanta claridad que Roger casi saltó de la sorpresa. Con un poco miedo, pero aún más curiosidad, Roger preguntó: «¿Quién eres?»
«Soy el rey de las zapatillas mágicas. Estas zapatillas te darán poderes especiales. Serás un superhéroe conocido como Súper Jugador. Con estas zapatillas, podrás correr más rápido que el viento, saltar más alto que un edificio y tener una fuerza sobrehumana. También tendrás la habilidad de controlar el balón de fútbol y usarlo para derrotar a tus enemigos. Así que ¿estás listo para salvar el mundo?»
Roger no podía creer lo que estaba escuchando. ¡Él iba a ser un superhéroe! Él asintió con la cabeza, se puso las zapatillas mágicas y de repente tenia un traje de superhéroe, salió de la tienda.
Mientras caminaba por el barrio, Roger comenzó a sentir un gran poder dentro de él. Corrió más rápido que nunca y saltó a lo alto de un edificio de dos pisos. Estaba listo para salvar el mundo.
Pronto, se encontró con su primer enemigo: el Portero, el villano más temido de la ciudad. El Portero se reía a carcajadas mientras lanzaba su pelota gigante al cielo. Roger sabía que no podía enfrentarse a él solo, así que decidió usar su nueva habilidad de controlar el balón de fútbol.
Roger se acercó al Portero y comenzó a jugar con la pelota con una destreza y habilidad que nadie había visto antes. El Portero trató de golpear a Roger con la pelota, pero Roger usó su gran habilidad para controlar el balón y evitar los golpes.
Finalmente, Roger logró golpear al Portero en la cabeza con la pelota. El Portero cayó al suelo y Roger se adelantó para salvar el día.
Desde ese día, Roger se convirtió en un héroe conocido como Súper Jugador. El pequeño niño del barrio se había convertido en un superhéroe que salva el mundo con sus habilidades con la pelota de fútbol. Gracias a sus zapatillas mágicas, Súper Jugador continúa derrotando a los villanos y salva el mundo una y otra vez.