Había una vez un niño llamado Tomás, quien amaba los animales con todo su corazón. Desde que era muy pequeño, había sentido una profunda conexión con las criaturas que habitaban en la tierra y el mar, y siempre estaba ansioso por aprender más sobre ellos. Tomás pasaba horas y horas en la biblioteca de su ciudad leyendo cuentacuentos infantiles para dormir sobre animales de todo tipo, desde los más pequeños hasta los más grandes.

Un día, mientras caminaba por el bosque cerca de su casa, Tomás encontró a un pequeño conejo que parecía estar herido. Sin pensarlo dos veces, Tomás se acercó al conejo y lo tomó en sus brazos. Luego, lo llevó a su casa y lo cuidó hasta que estuvo completamente recuperado. A partir de ese momento, Tomás decidió que quería ayudar a todos los animales que pudiera, y se convirtió en un defensor apasionado de los animales.

Cada noche, después de cenar, Tomás y su mamá se sentaban en la sala a leer cuentacuentos infantiles para dormir. A menudo, los cuentos que Tomás elegía eran sobre animales, y su mamá se maravillaba de lo mucho que sabía sobre ellos. A veces, Tomás incluso inventaba sus propios cuentos, y su mamá se sentía afortunada de tener un hijo tan creativo.

Un día, Tomás decidió que quería hacer algo más para ayudar a los animales. Se acercó a su mamá y le dijo: «Mamá, quiero ser un defensor de los animales. Quiero hacer algo para ayudar a los animales que están en peligro». Su mamá sonrió y le dijo: «Eso suena maravilloso, Tomás. ¿Qué piensas hacer?».

Tomás pensó durante un momento y luego respondió: «Creo que debería escribir un libro de cuentacuentos infantiles para dormir sobre animales. Quiero que más personas se enamoren de los animales como yo lo hice». Su mamá lo abrazó y le dijo: «Eso suena como un gran plan, Tomás. ¿Por qué no empiezas a escribirlo hoy mismo?».

Tomás se emocionó con la idea y corrió a su habitación para empezar a escribir su libro de cuentacuentos infantiles para dormir sobre animales. Pasó muchas horas escribiendo y dibujando, y finalmente terminó su libro. Lo llevó a su mamá para que lo leyera, y ella estaba impresionada por lo bien que estaba escrito y por lo hermosos que eran los dibujos.

Juntos, Tomás y su mamá decidieron que enviarían el libro a una editorial para que lo revisara. Pasaron varias semanas esperando noticias, hasta que finalmente recibieron una carta de la editorial. La carta decía que estaban muy impresionados con el libro de Tomás y que querían publicarlo.

Tomás estaba emocionado de que su libro de cuentacuentos infantiles para dormir sobre animales fuera publicado, y rápidamente comenzó a pensar en cómo podría ayudar a los animales aún más. Decidió que quería hacer una campaña de recaudación de fondos para donar a organizaciones que se dedicaran a salvar a los animales

Tomás organizó un evento en su escuela para recaudar fondos para su campaña. Invitó a todos sus amigos y compañeros de clase, y les contó sobre su libro y su campaña para salvar a los animales. Todos estaban emocionados de ayudar y se ofrecieron a vender el libro de Tomás en sus hogares y comunidades.

La campaña fue un gran éxito y Tomás pudo recaudar mucho dinero para donar a las organizaciones de rescate de animales. Estaba emocionado de haber hecho algo bueno por los animales que tanto amaba, y sabía que seguiría trabajando para hacer una diferencia.

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